El crecimiento económico de Nicaragua está aplanándose en el rango de [3.0%, 4.0%], después de que el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) promedio anual elaborado por el Banco Central de Nicaragua (BCN) mostrara una variación interanual de 10.3% en diciembre de 2021, impulsada por un “efecto base” muy bajo, que fue producto de tres caídas interanuales consecutivas de 3.4% en diciembre de 2018, 2.9% en diciembre de 2019 y 1.8% en diciembre de 2020. Además, por otro “efecto base” muy alto en diciembre de 2021, la tasa de crecimiento interanual del IMAE promedio anual desaceleró su crecimiento a 3.8% en diciembre de 2022 y en junio de 2023 continuó desacelerándose hasta el nivel de 3.3%.
Ese crecimiento económico desacelerado ha estado acompañado de una fuerte presión inflacionaria interanual publicada por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), que se aceleró de 7.21% en diciembre de 2021 hasta el máximo de 12.16% en octubre de 2022 y comenzó a desacelerar hasta 7.46% en agosto de 2023, 3 puntos porcentuales por arriba del máximo del rango inflacionario “natural” de la economía nicaragüense. Entre marzo de 2022 y marzo de 2023, la tasa de inflación interanual ha sido de dos dígitos.
Ese crecimiento económico también ha estado acompañado de una tasa de desempleo abierto promedio mensual, en porcentajes de la población económicamente activa, con base en datos publicados por el INIDE de 4.4% en abril-diciembre de 2021, de 3.5% en enero-diciembre de 2022 y de 3.4% en enero-julio de 2023, pero se esperaba que aumentara con las alzas de las tasas de interés del BCN. Adicionalmente, la tasa de inactividad económica promedio mensual, o sea, el porcentaje de la población en edad de trabajar que se encuentra en el desempleo abierto y no busca trabajo, aumentó de 33.1% en abril-junio de 2021 a 33.3% en enero-diciembre de 2022 y ha vuelto a disminuir hasta 33.0% en enero-julio de 2023, pero también se esperaba que aumentara con la política monetaria de elevar la tasa de referencia monetaria del BCN.
La tasa de referencia monetaria nominal (TRM) del BCN, que se elevó desde 3.5% en marzo de 2022 hasta 7.0% en diciembre de 2022 y ha permanecido en ese nivel durante 9 meses hasta agosto de 2023, siempre ha sido negativa en términos reales (TRM menos la tasa de inflación) desde febrero de 2021, y no pudo estresar al sistema bancario comercial, o sea, no pudo disminuir la actividad económica. Desde enero de 2021 hasta julio de 2023, en la banca comercial la tasa de interés activa nominal de corto plazo ha fluctuado en el rango de [8.0%, 10.0%], excepto en junio de 2023 cuando alcanzó un máximo de 11.01%, mientras que la tasa de interés pasiva nominal de corto plazo ha fluctuado en el rango de [4.0%, 5.5%], con un máximo de 5.38% en agosto de 2022 y marzo de 2023.
En resumen, los aumentos de las tasas de interés del BCN no provocaron alzas de las tasas de interés activas y pasivas del sistema bancario y no pudieron encarecer los préstamos para reducir la demanda interna de bienes y servicios, es decir, los gastos de consumo y de inversión tanto del sector público como del sector privado, ni lograron ubicar la tasa de crecimiento económico por debajo de la tasa de variación del Producto Interno Bruto (PIB) Potencial Real que actualmente es del orden de 3.2% y que se ha visto afectada desde 2021 por la emigración, en gran parte, de nicaragüenses pertenecientes a la población económicamente activa, ni se “enfrió” el mercado laboral porque la tasa de desempleo abierto y la tasa de inactividad laboral disminuyeron en vez de aumentar, y la tasa de inflación interanual del mercado local aún se encuentra alejada de su rango “natural” de [4.0%, 4.5%]. La teoría macroeconómica no está coincidiendo con nuestra realidad económica.
Si la tasa de crecimiento económico de Nicaragua persistiera sobre el nivel de la tasa de crecimiento del PIB Potencial del país, la tasa de inflación no caería y aceleraría de nuevo, por lo cual la política monetaria se endurecería más de lo que ya ha hecho, principalmente con las colocaciones de Letras del BCN pagaderas en córdobas y de Letras a 1 día plazo pagaderas en córdobas y, por otro lado, el apoyo fiscal para garantizar la estabilidad macroeconómica tendría que fortalecerse con una mayor contracción del gasto público.
Con base en los datos de las Cuentas Nacionales del segundo trimestre de 2023 publicados recientemente por el BCN, el PIB Real de Nicaragua creció con tasas anualizadas de 3.6% en el primer trimestre y 4.0% en el segundo trimestre, las cuales son mayores que la tasa de crecimiento del PIB Potencial Real del país. Desde el primer trimestre de 2021, la inflación no ha podido reducir el poder adquisitivo real de los hogares, o sea, los consumidores nicaragüenses continúan gastando debido exclusivamente al aumento del flujo de remesas provenientes principalmente de Estados Unidos, de tal forma que ese consumo se “sobrecalentó” al aumentar con tasas interanuales de 4.2% y 6.2% en los dos primeros trimestres de este año. Cabe agregar que el gasto de consumo de las familias nicaragüenses contribuye casi con el 80% en la formación del PIB, no obstante el salario promedio nacional del sector formal de la economía se ha deteriorado 21.1% entre enero de 2018 y julio de 2023. Las remesas han sido la variable clave.
En cuanto a la inversión fija, o gastos de construcción y adquisición de maquinaria y equipo, del sector empresarial, debido a un “efecto base” bajo observado en el segundo trimestre de 2022, creció 25.2% en el segundo trimestre de 2023, muy por encima del 6.0% del primer trimestre.
Por su parte, el sector público ha contenido su demanda interna real de bienes y servicios, en aras de apoyar a la política monetaria para mantener la estabilidad macroeconómica del país. Su gasto de consumo, o sea, el pago de las remuneraciones a los empleados públicos y la compra de bienes y servicios para el funcionamiento de la burocracia estatal, disminuyó en términos anualizados 3.0% en el primer trimestre y 4.2% en el segundo trimestre, mientras que su inversión en construcción pública aumentó 2.3% en el primer trimestre y disminuyó 1.0% en el segundo trimestre.
En cuanto a las transacciones comerciales de Nicaragua con el resto del mundo, el volumen de las exportaciones de bienes y servicios no atribuibles a factores de producción subió 7.0% en el primer trimestre y cayó 2.8% en el segundo trimestre, mientras que el volumen de las importaciones disminuía 4.0% en el primer trimestre y aumentaba 8.2% en el segundo trimestre.
En conclusión, se requiere que el PIB Real crezca por debajo de la tasa de crecimiento del PIB Potencial durante cierto período para aplacar la tasa de inflación y regresarla de forma sostenible a su rango natural de entre 4.0% y 4.5%. Con un crecimiento económico que se mantenga por encima del crecimiento del PIB Potencial, la inflación no se aplacará y se requerirá de un mayor endurecimiento de la política monetaria y la política fiscal.