En septiembre de 2008, cuando explotó la crisis financiera mundial con la caída de la banca de inversión de Wall Street, la banca comercial radicada en los países centroamericanos no resultó contagiada con los bonos hipotecarios “tóxicos”.
A esa misma fecha, en Nicaragua existían siete bancos (BANPRO, BANCENTRO, BAC, BDF, CITI, HSBC, PROCREDIT). Cabe recordar que el BANEX dejó de ser una financiera el 15 de octubre de 2008.
¿Cómo estaba la banca comercial nicaragüense en septiembre de 2008?
Con 7,236 empleados distribuidos en 270 sucursales y ventanillas atendía 185,259 cuentas corrientes, 773,840 cuentas de depósitos de ahorro, 31,122 cuentas de depósitos a plazos y 1,032,701 prestatarios.
Las principales razones financieras de las entidades bancarias mostraban los siguientes niveles:
- la rentabilidad de capital, o la razón Utilidades Netas/Patrimonio, 14.66%;
- la Liquidez Total/Activos, 22.04%;
- la eficacia en el manejo de la cartera, Préstamos/Gastos de Administración, 14.69 veces;
- la productividad de servicios, Ingresos no Financieros/Gastos de Administración, 38.68%;
- la captación de depósitos, Depósitos Totales/Patrimonio, 7.62 veces;
- la adecuación de capital, 14.10% (la norma prudencial era 10%)
- los servicios al público, Ingresos no Financieros/Préstamos, 4.13%;
- la relación Préstamos/Depósitos, 83.23%; y
- la razón Gastos de Administración/Resultado Operativos Bruto, 65.71%.
El saldo total de la cartera de préstamos era igual a US$2,162 millones y al 34.6% del Producto Interno Bruto (PIB) de ese año; el total de la cartera vencida, prorrogada, reestructurada, en cobro judicial y de los bienes recibidos en recuperación de créditos representaba el 6.7% de la cartera bruta de préstamos; y la tasa de interés activa ponderada era de 15.88%.
El saldo total de los depósitos era igual a US$2,597 millones y al 41.6% del PIB de ese año, y la tasa de interés pasiva ponderada era de 4.84%. Cabe señalar que la tasa de interés de préstamos entre particulares registró el nivel de 20.57%.
La tasa de encaje efectiva sobre los depósitos en córdobas, o sea el porcentaje del saldo de los depósitos en moneda local que los bancos depositan en el Banco Central de Nicaragua (BCN), era 20.8%, mientras que el de los depósitos en moneda extranjera era de 17.4%. La tasa de encaje legal sobre los depósitos en ambas monedas era 16.25%.
En cuanto a la calidad bancaria observada en septiembre de 2008, se distinguían como:
- el banco más rentable: el CITI
- el banco con más liquidez: el HSBC
- el banco más productivo: el CITI
- el banco más sólido: el PROCREDIT
- el banco más accesible: el CITI,
por lo cual, el banco que poseía la mejor calidad era el CITI. El banco más competitivo y más preferido por el público no bancario era el CITI.
Dos años más tarde, en septiembre de 2010, en Nicaragua existían seis bancos (BANPRO, BANCENTRO, BAC, BDF, CITI, PROCREDIT). Han cerrado el HSBC y el BANEX.
¿Cómo era el perfil de la banca comercial nicaragüense en septiembre de 2010?
Con 6,665 empleados distribuidos en 261 sucursales y ventanillas atendía 100,212 cuentas corrientes, 843,034 cuentas de depósitos de ahorro, 36,827 cuentas de depósitos a plazos y 665,835 prestatarios.
Las principales razones financieras de las entidades bancarias mostraban los siguientes niveles:
- la rentabilidad de capital, o la razón Utilidades Netas/Patrimonio, 6.97%;
- la Liquidez Total/Activos, 30.17%;
- la eficacia en el manejo de la cartera, Préstamos/Gastos de Administración, 13.12 veces;
- la productividad de servicios, Ingresos no Financieros/Gastos de Administración, 54.24%;
- la captación de depósitos, Depósitos Totales/Patrimonio, 8.36 veces;
- la adecuación de capital, 16.21% (la norma prudencial continúa siendo de 10%)
- los servicios al público, Ingresos no Financieros/Préstamos, 2.63%;
- la relación Préstamos/Depósitos, 58.03%; y
- la razón Gastos de Administración/Resultado Operativos Bruto, 74.46%.
El saldo total de la cartera de préstamos era igual a US$1,850 millones y al 28.5% del PIB esperado en 2010; el total de la cartera vencida, prorrogada, reestructurada, en cobro judicial y de los bienes recibidos en recuperación de créditos representaba el 10.9% de la cartera bruta de préstamos; y la tasa de interés activa ponderada era de 15.99%.
El saldo total de los depósitos era igual a US$3,188 millones y al 49.1% del PIB esperado en este año, y la tasa de interés pasiva ponderada era de 3.36%. Cabe señalar que la tasa de interés de préstamos entre particulares registró el nivel de 14.13%.
La tasa de encaje efectiva sobre los depósitos en córdobas, o sea el porcentaje del saldo de los depósitos en moneda local que los bancos depositan en el BCN, era 25.7%, mientras que el de los depósitos en moneda extranjera era de 19.1%. La tasa de encaje legal sobre los depósitos en ambas monedas continúa siendo 16.25%.
En cuanto a la calidad bancaria observada en septiembre de 2010, se distinguían como:
- el banco más rentable: el CITI
- el banco con más liquidez: el BAC
- el banco más productivo: LAFISE-BANCENTRO
- el banco más sólido: el BAC
- el banco más accesible: el CITI,
por lo cual, el banco que poseía la mejor calidad era el CITI. Sin embargo, el banco más competitivo era el BAC y el banco más preferido por el público no bancario era el CITI.
Con base en esa información basada en datos oficiales, concluyo que los bancos necesitan tener una nueva visión para funcionar eficazmente en nuestro país, porque si continúan operando en esa forma se expondrán rápidamente al riesgo de un deterioro en su gestión.
Durante dos años a partir de la explosión de la crisis financiera mundial, los grupos financieros de Nicaragua despidieron a 571 empleados, pero la razón de los gastos administrativos con respecto a los resultados operativos bruto trepó 8.75 puntos porcentuales; y aunque expandieron el diferencial de tasas de interés (spread) en 1.66 puntos porcentuales, sacrificaron 7.69 puntos porcentuales de la rentabilidad sobre el patrimonio con el propósito de elevar la liquidez con respecto al total de activos en 8.13 puntos porcentuales.
Los bancos mantienen una hiperliquidez, que se manifiesta en las proporciones de los depósitos que tienen en el BCN; en otras palabras, el sistema bancario está sobre encajado, especialmente en córdobas al reflejar la tasa de encaje efectiva un nivel superior en 9.45 puntos porcentuales al establecido en la tasa de encaje legal.
Aunque el total de la cartera vencida, prorrogada, reestructurada, en cobro judicial y de los bienes recibidos en recuperación de créditos se elevó en 4.2 puntos porcentuales del saldo de la cartera bruta de préstamos, el saldo total de los préstamos bancarios se desplomó en 6.1 puntos porcentuales del PIB.
Por otro lado, el total de los depósitos aumentó en 7.5 puntos porcentuales del PIB, debido a los recursos asociados con los préstamos de Venezuela que son depositados en dos bancos del sistema y sobre los cuales existe una vigilancia continua a solicitud del Fondo Monetario Internacional (FMI), con el fin de evitar una segunda ronda del deterioro de la cartera de préstamos. Cabe agregar que en la actualidad todos los bancos del sistema gozan de una adecuada solidez.
Los socios de los bancos, reitero, tienen que pensar en lo impensable, tienen que aprender a ser competitivos, así lo exige el mercado con más razón cuando se inicie pronto la implementación de los Principios de Basilea III, que con sus nuevas reglas del capital y la incertidumbre económica significan que los beneficios pueden ser mediocres nuevamente en 2011. Los bancos tendrán que usar un capital más caro de manera más inteligente. Pero unos beneficios más bajos también significan que cualquier banco que pretenda ser un actor de primera -en otras palabras, todos los bancos- querrá tener los mejores gerentes generales y, especialmente, los mejores gerentes de crédito y gerentes financieros, incluso los mejores agentes de bolsa. Tendrán, pues, que salir a la caza de talentos. Una tarea difícil de realizar.
El anuncio reciente del presidente del BCN que disminuirá la tasa de encaje legal en 2011 invita a reflexionar sobre las posibles medidas financieras para intermediar los depósitos del público no bancario en pro del crecimiento económico del país, lo cual obligará a la reducción del costo del crédito en el mercado local –que no es competitivo entre los países centroamericanos- y a propiciar un estímulo del ahorro financiero entre las familias. La rentabilidad de los bancos es ligeramente inferior al 7% y en el mejor de los casos apenas supera el coste de la inversión, lo cual hace recaer sobre los ejecutivos la responsabilidad de reducir sus privilegios al máximo posible porque la cultura de las altas remuneraciones todavía no es vigilada por la Superintendencia de Bancos y de Otras Instituciones Financieras (SIBOIF) ni por los políticos que nos representan en la Asamblea Nacional de Nicaragua.
Parece, pues, que el mercado financiero local tendrá que buscar más inteligencia de la que tiene, pero también es necesario un diálogo entre la autoridad monetaria y los grupos financieros para forjar una nueva visión bancaria sobre la economía del país. Y esto urge para recomponer el papel de la banca comercial: según mis cálculos, en 2010 el PIB Real creció 3.8%, pero el valor agregado real del sistema financiero nacional se desplomaba 8% promedio anual en septiembre de este año.
Reitero, los banqueros tienen que pensar en lo impensable.