Si las presiones políticas en EEUU logran su objetivo, Nicaragua entraría en una macro desestabilización
$45 millones de dólares de las ventanillas del BID para libre disponibilidad serían cerradas
$120 millones de dólares del FMI para reservas internacionales también se perderían si no hay renovación del acuerdo trienal
Por Redacción Central Trinchera de la Noticia
Publicado por Trinchera de la Noticia el jueves 29 de marzo de 2012
Si la administración de Estados Unidos no renueva las dispensas (waivers) de la propiedad y transparencia en el uso de la ayuda de ese país, entraría en una etapa de incertidumbre y progresiva desestabilización que afectaría todos los campos de la vida económica y social, afirmó un especialista.
En una amplia entrevista con Trinchera de la Noticia el doctor Néstor Avendaño, economista y director de COPADES, analizó el impacto de un escenario que poco a poco cobra forma en la mente de los nicaragüenses. Aunque algunos analistas creen que el gobierno de Estados Unidos si está dispuesto a romper de una vez con el gobierno de Ortega otros suponen que será progresivo.
La primera posibilidad sería la no renovación del waiver de la transparencia que daría como resultado el corte de una parte o toda la ayuda bilateral a los programas oficiales. Lo peor sería que el gobierno estadounidense no renovara una sola de las dispensas.
Partiendo de este escenario conversamos con el doctor Avendaño.
Si las presiones del senado estadounidense incidieran en la falta de un acuerdo económico con el FMI, ¿qué podría ocurrir en el corto plazo?
Avendaño: En el hipotético caso que se diese la ausencia del FMI en Nicaragua por presiones externas, el principal shock que tendría la economía nicaragüense sería la reducción drástica del flujo de inversiones extranjeras directas, que el año pasado, según cifras oficiales, mostró un total 968 millones de dólares y un crecimiento de 91% con respecto a su nivel registrado en 2010. Esto obstaculizaría el crecimiento económico sostenible y creciente para reducir la subutilización de la fuerza laboral y la pobreza de los nicaragüenses.
¿Habría otros efectos con una salida del FMI de Nicaragua?
Avendaño: Se cerrarían la ventanilla de préstamos muy concesionales de divisas líquidas de libre disponibilidad del BID, es decir que el país no recibiría un monto 45 millones de dólares programado para el apoyo del presupuesto nacional de este año, que son los únicos recursos líquidos de libre uso que recibirá el gobierno de Nicaragua en este año, ya que el resto está atado a programas y proyectos públicos. Con ese veto financiero estadounidense, se atrasaría el cumplimiento de las metas de la Cumbre del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establecidas para el año de 2015 y, además, se debilitaría el esfuerzo fiscal para proteger las reservas internacionales del país, o sea que el gobierno central no podría aumentar en un mayor monto sus depósitos en el Banco Central de Nicaragua (BCN).
El gobierno tampoco tendría acceso al préstamo trienal del FMI de alrededor de 120 millones de dólares destinados exclusivamente al fortalecimiento de la posición de las reservas internacionales, exponiéndose la estabilización macroeconómica al riesgo, si no se diese el apoyo de la banca comercial local de vender divisas al BCN, con el incumplimiento de la condicionalidad de un saldo de reservas internacionales brutas equivalente a 2.2 veces el saldo de la base monetaria, es decir, de la emisión de dinero y del encaje efectivo sobre los depósitos en córdobas. Sin embargo, con el apoyo de la banca local, el BCN, con el objetivo de sacar de circulación los córdobas pagados por las compras de esas divisas y evitar más inflación, tendría que elevar los rendimientos de las Letras Estandarizadas subastadas por el BCN y aumentaría el déficit cuasifiscal.
También se perdería el financiamiento del BID y del BM/IDA para la ejecución de reformas estructurales muy importantes y aún pendientes, por ejemplo la reforma del fondo de pensiones de la seguridad social –ya no tengo seguridad que la aprueben en este año- y la aún no discutida sustitución del actual régimen de tipo de cambio reptante con una banda cambiaria –como lo ha pretendido el FMI desde agosto de 1999-.
En resumen, Nicaragua perdería la opción de endeudarse en términos muy concesionales con las instituciones financieras multilaterales, consistentes, en términos ponderados durante el período 1990-2010, en 30 años de plazo, 10 años de gracia y 2% de interés.
¿Cuáles serían las restricciones desde el Banco Mundial?
Avendaño: El BM/IDA ya suspendió sus préstamos de divisas líquidas de libre disponibilidad para apoyo presupuestario desde 2009, como resultado de las denuncias de la oposición política de un fraude en las elecciones municipales de 2008. Antes de 2009, el BM/IDA entregaba este tipo de préstamo al gobierno con montos anuales de entre 25 millones y 30 millones de dólares.
¿Cómo traduciría la sentencia de la Sra. Hillary Clinton de supervisar los desembolsos de Nicaragua en el BID y el BM?
Avendaño: De inmediato, un riesgo sobre el préstamo, ya mencionado, de 45 millones de dólares a ser facilitado por el BID en este año. Pero con la sentencia de la Secretaría de Estado de Estados Unidos también se expone al riesgo las futuras contrataciones de préstamos de divisas líquidas “atadas” a la ejecución de programas y proyectos del sector públicos, tanto en el BID como en el BM/IDA, cuyo monto promedio anual fue de 160 millones de dólares entre 2007 y 2010. No creo que la ejecución de proyectos de inversión pública, que ya son financiados con préstamos aprobado por ambos organismos, sean vetados por las autoridades estadounidenses.
El Comité de Asuntos Exteriores del Senado de Estados Unidos instó ayer al Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a suprimir la ayuda directa estadounidense a Nicaragua. ¿Cuáles serían los efectos de esa suspensión?
Avendaño: No olvidemos que en 2009 la administración estadounidense suspendió la cooperación asociada con la Cuenta Reto del Milenio, por la misma razón que el Banco Mundial suspendió su préstamo para apoyo presupuestario antes mencionado. Entre 2006 y 2009, la CRM donó 113 millones de dólares a proyectos ejecutados en los departamentos de León y Chinandega y en el momento de la suspensión se encontraba pendiente de aprobación la entrega de 62 millones de dólares.
Excluyendo la CRM, la suspensión de la ayuda directa estadounidense afectaría principalmente al sector privado con la interrupción de proyectos de participación electoral, desarrollo democrático, proyectos de agua y saneamiento, planificación familiar, reducción de la mortalidad infantil, educación sobre el VIH/SIDA, y desarrollo municipal. De acuerdo con datos oficiales, las donaciones canalizadas a través de USAID en el primer semestre de 2011 suman 15.2 millones de dólares.
¿Las consecuencias económicas de Nicaragua, si se llegaran a concretar todos esos riesgos políticos?
Avendaño: Se puede prever la caída de la inversión extranjera directa; la profunda desaceleración del crecimiento económico, la inversión y el consumo tanto del sector público como del sector privado; la disminución de los ingresos tributarios y la ampliación del déficit fiscal; la reducción de las reservas internacionales, las especulaciones cambiarias y mayores presiones inflacionarias, el aumento del subempleo y del desempleo, y el deterioro del poder de compra de los asalariados.
¿Hay alguna tabla de salvación?
Avendaño: Reitero al presidente Daniel Ortega que es necesario un diálogo nacional y no un diálogo bilateral, sencillamente porque no hay oposición política en la Asamblea Nacional. Ese diálogo con Visión de Nación contribuiría a minimizar los riesgos políticos externos sobre la economía nicaragüense.
Además, le aconsejo que instruya a su gabinete la preparación de un plan económico contingente, por si a la postre es necesario. No olvidemos la sentencia del maestro Keynes: “Cuando piensas que va a suceder lo inevitable, surge lo imprevisto”. También hay que minimizar errores.