La tasa de interés de la Fed y las quiebras bancarias

19 03 2023

Las quiebras bancarias suelen suceder por una causa común entre los activos y pasivos de las entidades financieras. Un intermediario financiero puede ser golpeado por un “descalce” de plazos o de vencimientos («maturity mismatch») cuando el plazo de los títulos valores con que se financia es menor que el plazo de los préstamos o activos en que invierte. Este problema de iliquidez se presenta cuando una entidad financiera capta depósitos o préstamos de corto plazo, pero todo su activo está invertido en préstamos o inversiones a muy largo plazo, muy difíciles de liquidar si es necesario.

En 2000 y 2001 se desplomaron 4 bancos comerciales en Nicaragua y a solicitud de la Contraloría General de la República realicé ad honorem la investigación económica para identificar las causas de ese desplome entre enero de 2006 y febrero de 2007. La principal razón técnica de la quiebras bancarias fue la iliquidez: el banco “quebrado” no tenía disponibilidades de efectivo en moneda nacional y en moneda extranjera para atender a los depositantes y a los prestatarios. Los depósitos de corto plazo estuvieron disponibles para la inversión a largo plazo Este el riesgo de liquidez o de financiación para el intermediario financiero en una crisis bancaria, al no poder renovar a su vencimiento su financiación y no pueda vender el activo a largo plazo en que invirtió, excepto que logre venderlo con una gran pérdida.

En la semana pasada, la economía de Estados Unidos tuvo una crisis bancaria que rayaba casi en un colapso financiero. Después del cierre del criptoprestamista Silvergate Capital Corp, la debacle bancaria se inició el 8 de marzo del año en curso en Silicon Valley Bank (SVB), un banco de tamaño mediano en California, con una pérdida de 1 mil 800 millones de dólares en la venta de inversiones y que intentaría recaudar capital a través de una oferta de acciones, desencadenó la última turbulencia, y su empresa matriz pidió la protección por bancarrota; le siguieron Signature Bank y First Republic Bank, este último a ser rescatado por un grupo de instituciones financieras estadounidenses con hasta 30 mil millones de dólares.

Al otro lado del Atlántico, los inversionistas financieros se deshicieron de sus acciones en el Credit Suisse Bank por problemas que no dependían directamente de la crisis bancaria en Estados Unidos y pedirá un préstamo de 54 mil millones de dólares al Banco Nacional Suizo, porque los inversionistas se deshicieron de sus acciones. Después del recién pasado fin de semana de tensas negociaciones, el banco UBS compró Credit Suisse , su rival en problemas, en un acuerdo de 3 mil 250 millones de francos suizos (3 mil 250 millones de dólares estadounidenses) negociado por el gobierno suizo. 

El origen de la actual crisis bancaria estuvo en la rápida subida de la tasa de interés por la Reserva Federal (Fed) para contener la inflación. El SVB y otros bancos competidores invirtieron en bonos a largo plazo aprovechando los bajos precios del dinero, lo cual se complicó con la subida de la tasa de interés que redujo el precio de los títulos valores de la deuda pública.

El SVB tuvo que vender la semana pasada una importante cantidad de esos títulos valores de la deuda pública con pérdidas para poder obtener liquidez y atender las retiradas de dinero de sus clientes o depositantes, principalmente empresas tecnológicas.

Las preocupaciones macroeconómicas, representadas por una elevada presión inflacionaria de los precios al consumidor, y las preocupaciones microeconómicas -entre ellas las bancarias- sesgadas por la probabilidad de ocurrencia de una recesión económica, han aumentado hoy con la crisis bancaria Hay dudas de que el banco central de Estados Unidos, la Fed, mantenga su lucha antiinflacionaria inmerso en esta crisis debido al riesgo de un aterrizaje “duro” que conduzca a una profunda recesión económica.

¿Se evitará el contagio de la crisis bancaria? Todavía no se sabe. Lo seguro es que las premisas básicas y los riesgos, tanto internos como externos, del pronóstico económico de la economía estadounidense y de los países de economía avanzada para 2023 han variado y aumentado, lo cual constituye un riesgo externo para los países de economía emergente y para los países en vías de crecimiento y desarrollo económico.

La política monetaria de los bancos centrales de casi todos los países de economía avanzada persigue el objetivo de elevar la tasa de interés de referencia monetaria para aplacar la elevada tasa de inflación subyacente en sus mercados, con los propósitos de elevar los costos de endeudamiento, interrumpir los préstamos para reducir la demanda de crédito, disminuir los excesos de demanda interna de bienes y servicios del sector privado, incrementar la tasa de desempleo abierto y desacelerar  o contraer la tasa de crecimiento económico, con el riesgo de que se provoque una recesión económica “suave” o “forzoso”. La crisis bancaria ha complicado la tarea de la Fed.

La Fed, al haber elevado el rango de su tasa de referencia monetaria desde  [0.00%, 0.25%] en abril de 2022 hasta [4.50%, 4.75%] en febrero de 2023, hizo que los inversionistas financieros se concentraran rápidamente en otros prestamistas que no dependían de los depósitos no asegurados por encima del límite de 250 mil dólares de la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), pero con una gran cartera de bonos del gobierno y otros títulos de deuda que habían perdido valor desde que la Fed comenzó a subir el rango de la tasa de interés de referencia monetaria. 

Aunque los bancos de todo el mundo están mejor capitalizados y regulados que en 2008, año de la caída de la banca de inversión de Wall Street cuando colapsó el mercado hipotecario de Estados Unidos, es bastante probable que los bancos pequeños y medianos endurezcan los préstamos para cumplir las exigencias de los reguladores para fortalecer sus finanzas, lo que afectaría a los principalmente a los desarrolladores de viviendas y establecimientos comerciales y, por consiguiente, disminuiría la contratación de préstamos y la inversión, y el crecimiento económico sería más lento al menos teóricamente, y esto ayudaría a la Fed a controlar la tasa de inflación. Sin embargo, con un escaso acceso al crédito, los préstamos más estrictos afectarían la oferta global de bienes y servicios y generaría un shock inflacionario por el lado de la oferta, que no se puede reducir con la política monetaria.   

La mayor pregunta de Wall Street ahora es cuál podría ser el próximo banco quebrado.

La respuesta del gobierno de Estados Unidos el domingo 12 de marzo, a través del Departamento del Tesoro, ordenó a la FDIC garantizar los fondos de los clientes del SVB, quienes tuvieron acceso a partir del lunes 13 de marzo. El objetivo fue garantizar la confianza pública en el sistema bancario de Estados Unidos, destacó la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen. Así, se evitó una gran corrida bancaria.  

Una lección que podemos extraer de esta crisis bancaria es que la caída de los precios de las acciones de los bancos refleja en parte que los inversionistas financieros se den cuenta de los riesgos que las tenencias de bonos a largo plazo representan para la rentabilidad.

Anuncio publicitario




SEMINARIO DE ACTUALIZACIÓN EMPRESARIAL El Impacto Inflacionario en Nicaragua: Causas, Consecuencias y Una Posible Solución

14 03 2023

Estimado(a) Señor(a) Empresario(a),

Tenemos el agrado de invitarle a participar en el Seminario de Actualización Empresarial “El Impacto Inflacionario en Nicaragua: Causas, Consecuencias y Una Posible Solución”.  En este año continuamos observando un componente importante de la inflación importada por el lado de la oferta, generado por dos eventos no económicos, como son la reapertura del mercado tras el control de la curva de contagio del Covid-19 en el segundo semestre de 2021 y el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania, en febrero de 2022.

Nicaragua no muestra choques inflacionarios por el lado de la demanda, es decir por excesos de demanda, debido a política macroeconómica contractiva observada en los últimos cuatro años. Sin embargo, es bastante probable que la presión inflacionaria existente en el país ya es de base amplia, con la posibilidad de que las expectativas inflacionarias de los agentes económicos se han desanclado.

Adjuntamos a este mensaje, la tarjeta de invitación que contiene la información relacionada con el Seminario de Actualización Empresarial.

Agradeciendo su atención, le saludamos afectuosamente,

Néstor Avendaño

Economista

Presidente de COPADES





La inflación reaceleró en febrero

12 03 2023

A lo largo de diez meses consecutivos, que corresponden al período mayo 2022-febrero 2023, la tasa de inflación interanual de precios al consumidor se ha mantenido con dos dígitos porcentuales.

Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) el viernes de la semana pasada, el Índice de Precios al Consumidor General (IPCG) aumentó 11.10% en febrero respecto al mismo mes del año anterior, y el Índice de Precios al Consumidor Subyacente (IPCS), que excluye los alimentos y los combustibles, y que se considera un mejor predictor de la inflación futura, se incrementó 9.36%.

Las dos lecturas inflacionarias anualizadas son reaceleraciones leves en relación con las registradas en enero de este año, pero muy por encima de la tasa anualizada de inflación subyacente “natural” del mercado local, que la ubico en el rango de [4.0%, 4.5%]. La inflación es muy alta, al reafirmarse en el rango de [10%, 12%] y está demostrando ser más rígida de lo esperado.

Entre las 12 divisiones de bienes y servicios del IPC, las que experimentaron los mayores aumentos interanuales de sus precios en febrero del año en curso fueron: Restaurantes y hoteles, 16.64%; Bebidas alcohólicas y tabaco, 15.80%; Alimentos y bebidas no alcohólicas, 15.23%; y Transporte, 12.12%.

En los dos primeros meses de 2023, la inflación acumulada fue igual a 1.18% y la inflación mensual en febrero repecto a enero, 1.08%.

Para 2023, el Banco Central de Nicaragua (BCN) apunta a una inflación anual ubicada en el rango de [5%, 6%]%, y proyecta la tasa de crecimiento económico del país en el rango de [3%, 4%].

Por otra parte, la subida anual de precios al consumidor en el mercado local pronosticada por Consultores Para el Desarrollo Empresarial (COPADES) es 5.9%. Cabe señalar que el “efecto base” alto del IPCG de 2022, que reflejó una tasa de inflación anual de 11.6 %, implica que la tasa de inflación interanual comenzará a desacelerar en 2023, pero en febrero persiste y se ha estacionado en un nivel muy cercano a 11%, que fue alcanzado en julio de 2022.

COPADES también pronostica que la economía de Nicaragua en 2023 tiende a mostrar un ritmo de crecimiento de 3.1%, aunque desacelerado y por debajo de la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) Potencial, sin el riesgo del restablecimiento de los elevados precios de los alimentos y de los combustibles en el caso de que se prolongue el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania.

La inflación comenzó a acelerarse en el mercado local en agosto de 2021 y el primer aumento de la Tasa de Referencia Monetaria (TRM) del BCN de 3.5% a 4.0% se realizó 8 meses después, es decir, en abril de 2022. El BCN incrementó la TRM en 100%, o sea, la duplicó de 3.5% a 7.0%, y la ha mantenido congelada en 7.0% durante los últimos 4 meses, o sea, entre diciembre de 2022 y marzo de 2023, sin lograr el encarecimiento de los préstamos del sistema financiero nacional, ni la reducción de la demanda interna privada, ni el aumento de la tasa de desempleo abierto, ni la disminución de la tasa de inflación.

En otras palabras, la política monetaria no pudo “enfriar” los precios al consumidor en una economía que se está calentando un poco. A medida que se incrementaba la TRM, las tasas de interés activa de corto plazo y pasiva con plazo de 1 mes del sistema financiero nacional permanecieron estables en sus rangos de volatilidad, no se redujo el crédito al sector privado, los precios al consumidor se aceleraron por la reducción de la oferta mundial de alimentos y combustibles causada por el conflicto geopolítico-militar (sus precios internacionales comenzaron a disminuir a finales de 2022) y el salario nominal promedio mensual del empleo formal ya estaba “frío” porque reflejaba un continuo deterioro de su poder adquisitivo desde junio de 2018.

Además, el sector real de la economía nicaragüense no mostraba un exceso de la demanda interna real del sector privado respecto al PIB Real, debido al apropiado control de las autoridades gubernamentales sobre la emisión de dinero y el fortalecimiento de la posición de las reservas internacionales, que ha garantizado la estabilidad del tipo de cambio. Cabe destacar que tanto el crédito del sistema financiero nacional al sector privado como el empleo formal se desplomaron en el país entre 2018 y 2020, impactados por tres crisis no económicas, una nacional de índole política y dos de orden mundial -la pandemia del COVID y el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania-.

Parece que la economía se ha inmunizado contra las alzas de las tasas de interés. Si fuese así, aplacar la tasa de inflación ya no es una tarea exclusiva de un banco central.





La alta y acelerada inflación persistente de Nicaragua

5 03 2023

Desde hace tres años, he señalado en mis conferencias a empresarios, profesionales y estudiantes de economía que los riesgos económicos y financieros en Nicaragua son muy bajos.

En el ámbito econónomico, tras caídas anuales de la producción ocurridas en el período 2018-2020, en 2021 se recuperaron los máximos históricos de producción de 2017 y la economía continuó  creciendo desaceleradamente en 2022; el déficit fiscal se transformó en un superávit fiscal en 2022 y ambos resultados del presupuesto gubernamental, que oscilan muy cercanamente al nivel de 0% del Producto Interno Bruto (PIB), obedecieron a la reforma de la Ley de Concertación Tributaria y el congelamiento del gasto total; la cuenta corriente de la balanza de pagos tambien mostró déficits y superávits entre -3% y +4% del PIB, causados por el menor valor de las importaciones, dada la caída de la producción interna, y por el alza de los precios internacionales de las materias primas, entre ellas los alimentos, resultantes de tres crisis no económicas, una local y dos de orden mundial, registradas entre 2018 y 2022. Sólo dos variables económicas mostraron riesgos: muy alto y moderado en 2022: con riesgo muy alto, el PIB Per Cápita promedio anual de Nicaragua de US$2394 igual a 18.6% del PIB Per Cápita Mundial promedio anual, y con riesgo moderado la tasa de inflación anual de 11.59%.

Por su parte, el riesgo financiero muy bajo de Nicaragua se explica con los riesgos muy bajos del balance de la cuenta corriente de la balanza de pagos, también equivalente a 8.6% del del valor total de las exportaciones domésticas de bienes y de servicios no factoriales; con el riesgo bajo del pago de intereses y amortizaciones de la deuda pública externa equivalente a 10.5% del valor de las exportaciones de bienes FOB y del valor neto de la maquila; con el riesgo moderado de la posición de las reservas internacionales netas igual a 6.5 meses de importaciones de bienes CIF; y con el riesgo muy alto del saldo de la deuda pública externa equivalente a 49.4% del PIB, y de la apreciación de 16.23% del tipo de cambio real bilateral con Estados Unidos de 20.54 córdobas de 2006 por 1 dólar de 2006.

Sin embargo, existe un fuerte problema macroeconómico: la persistente, acelerada y alta tasa de inflación de los precios al consumidor en general y la inflación de los precios al consumidor de alimentos y bebidas no alcohólica en particular. Debo reconocer que en 2021 me equivoqué al considerar que la inflación sería transitoria, una vez que se mantuviera controlada la curva de contagio de Covid-19 y se reabriera la economía mundial, pero aparecieron los cuellos de botella en las cadenas de suministros de bienes intermedios y de capital en el tercer trimestre de 2021 y, además, se dio el conlicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania en febrero de 2022, dos shocks inflacionarios por el lado de la oferta.

La tasa de inflación anualizada del Índice de Precios al Consumidor General (IPCG) inició su aceleración en el segundo semestre de 2021, al saltar de 4.98% en agosto a 5.86% en septiembre de ese año, y arribó a 10.61% en mayo de 2022 y desde este mes hasta enero de 2023 con 10.92%, ha permanecido con dos dígitos porcentuales durante nueve meses consecutivos, con un máximo de 12.15% registrado en agosto de 2022.

Ocho meses después de que el IPCG inició su aceleración, el Banco Central de Nicaragua (BCN) comenzó a elevar la tasa de interés monetaria o tasa de referencia monetaria (TRM) al pasar de 3.5% en marzo de 2022 a 4.0% en abril de ese año.

Según nota de prensa del BCN, la TRM se elevó en “correspondencia con la evolución de las tasas de interés internacionales y de las condiciones monetaria internas”, para “propiciar la estabilidad de la moneda nacional y el normal desenvolvimiento de los pagos internos y externos; así como para apoyar la administración de liquidez del sistema financiero y mantener condiciones propicias para la intermediación financiera”. La autoridad monetaria mantiene congelada la TRM en el nivel de 7.0% entre diciembre de 2022 y febrero de 2023.

La pregunta más importante en el análisis macroeconómico actual es cómo aplacar la alta tasa de inflación. El aumento de la tasa de interés o tasa de referencia monetaria del BCN persigue el objetivo de reducir la fuerte presión inflacionaria al “señalizar el costo en córdobas de las operaciones monetarias de liquidez a 1 día plazo”, tal como lo indica la nota de prensa del BCN, pero cabe recordar que el 90% del monto de la cartera de préstamos del sistema bancario nacional se entrega en dólares estadounidenses y el 10% restante en córdobas con mantenimiento de valor, que es un dólar disfrazado.

Al encarecerse el crédito, las solicitudes de préstamos de parte de los hogares y de las empresas disminuyen; la demanda interna de bienes y servicios, es decir, los gastos de consumo de los hogares y de inversión de las empresas, se reducen; la tasa de crecimiento de la producción de bienes y servicios desacelera, con el riesgo de que ocurra una recesión leve o una recesión profunda; las tasas de desempleo abierto, de subempleo y de inactividad económica aumentan; y la tasa de inflación se desploma.

Sin embargo, esos impactos provocados por las alzas de la tasa de interés del BCN no se han observado en el país porque, sobre la base de datos oficiales, con el aumento del 100% de la TRM:

  • aún persiste una tasa de inflación de dos dígitos muy cercana a 11%,
  • la tasa de desempleo de 2.6% en  diciembre recién pasado está por debajo de la correspondiente al  nivel de pleno empleo, que estimo en 5%,
  • la tasa de crecimiento anual del PIB Real ha desacelerado hasta 3.9% en 2022 por el “efecto base” alto observado en 2021,
  • no existe un exceso de la demanda interna real de bienes y servicios sobre el nivel del PIB Real desde el año de 2018,
  • el saldo del crédito facilitado por las entidades bancarias radicadas en el país al sector privado se desplomó de 40.3% del PIB en 2017 a 27.0% del PIB en 2021 y estimo que se situó en 27.7% del PIB en 2022, y
  • el salario nominal promedio mensual del empleo formal apenas subió 4.6% en el período diciembre 2017-diciembre 2022 y su poder adquisitivo se deterioró 22.9%, por lo cual se puede afirmar que no existe inflación salarial.

En conclusión, no se observa una excesiva cantidad de córdobas persiguiendo a una escasa oferta de bienes y servicios finales.

Por otro lado, los niveles actuales de la inflación mensual en el mercado local no pueden ser atribuibles exclusivamente a la inflación “importada”, o sea, a los altos precios internacionales de los combustibles y los alimentos que se han observado hasta el tercer trimestre de 2022 -han comenzado a disminuir a finales del año pasado-, aunque existe el riesgo de que vuelvan a acelerarse por el conflicto militar entre Rusia y Ucrania en este año. Más guerra significará más inflación. Hay que evitar que el problema inflacionario del país se agrave al encasillarlo en su “origen importado”, porque es bastante probable que esa inflación importada ya se incrustó en las estructuras de costos de producción de todas las actividades económicas del país y, así, facilitó el desanclaje de las expectativas inflacionarias adaptativas de los agentes económicos del país. 

Los datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE) muestran que la inflación del IPCG se ha estacionado en el rango de [10.37%, 12.16%] entre junio de 2022 y enero de 2023, con un máximo de 12.16% en noviembre de 2022, y en enero recién pasado es del oden de 10.92%. ¿Podrá continuar bajando la tasa de inflación en este año de 2023 y en el primer semestre de 2024 hasta el rango de [4.0%, 4.5%] que, según mi opinión, contiene la tasa de inflación subyacente “natural” de la economía nicaragüense, que excluye los precios volátiles de los combustibles y de los alimentos, sin que se dañe el mercado laboral y el crecimiento económico? Es una tarea harto difícil. Mejor dicho, creo que es una tarea imposible, porque la política monetaria del BCN y la política fiscal del Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) son contractivas desde hace mucho tiempo, excepto en 2018.

El INIDE informó que en enero de este año la tasa de inflación anualizada del Índice de Precios al Consumidor Subyacente (IPCS) de Nicaragua fue igual a 9.21%. Esta presión inflacionaria puede ser aplacada con los instrumentos del BCN, siempre que los impactos inflacionarios provengan de shocks por el lado de la demanda. La autoridad monetaria no puede reducir la inflación provocada por los shocks de oferta.





El Salario Mínimo de Nicaragua en 2023

26 02 2023

Durante 2017, el año de los máximos históricos de producción de Nicaragua, y 2018, el año de la crisis política interna, la tasa de ajuste del salario mínimo nominal se aprobó con la suma de las tasas anuales de inflación anual y de crecimiento económico del año inmediato anterior, tal como lo establece la ley. El salario mínimo promedio mensual observó un ajuste nominal o en precios corrientes acumulado de 20.0% entre enero de 2017 y diciembre de 2018, y el salario mínimo real en precios constantes de 2006 se elevó 9.3%, ya que la tasa de inflación acumulada en ese período fue 9.8%.

En 2019, el año de la reforma procíclica de la Ley de Concertación Tributaria, que entró en vigor el 28 de febrero de ese año, el salario mínimo no recibió ningún ajuste porque su monto mensual permaneció congelado por actividad económica, el cual había sido fijado en septiembre de de 2018. La reducción del salario mínimo real o de su poder de compra acumulado en los 12 meses de 2019 fue igual a 5.8%, porque la tasa de inflación fue 6.1%.  

A partir de 2020, el salario mínimo se indexó de facto sólo con la tasa de inflación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) registrada en el año anterior. Entre enero de 2020 y diciembre de 2022, el salario mínimo tuvo un ajuste nominal acumulado de 13.0% y una caída de su poder aquisitivo de 8.2%, porque la tasa de inflación acumulada en ese período fue igual a 23.1%.

En resumen, entre enero de 2017 y diciembre de 2022, el salario mínimo mensual registró un ajuste nominal de 35.6% y un deterioro de su poder adquisitivo de 5.5%, porque la tasa de inflación acumulada en ese lapso alcanzó el nivel de 43.5%.

Siempre con base en datos del INIDE, otra forma de enfocar el deterioro del poder de compra del salario mínimo es que en 2017 con un salario mínimo promedio mensual de C$5,899.90 se adquiría el 45.8% del costo promedio mensual de la canasta de consumo básico que ascendía a C$12,872.61, mientras que en 2022 con un salario mínimo promedio mensual de C$7,531.22 se adquirió el 42.6% del costo promedio mensual de la canasta de consumo básico que sumaba C$17,714.91. En los últimos seis años, el salario mínimo había perdido 3.2 puntos porcentuales de su cobertura sobre la canasta de consumo básico.    

El jueves 23 de febrero del año en curso, la Comisión Nacional  del Salario Mínimo aprobó el ajuste de 10%  de este precio del mercado laboral de Nicaragua, que entrará en vigor el 1 de marzo próximo.

Excluyendo el salario mínimo pagado en las empresas del régimen de zona franca, cuyo ajuste fue de 8.0% a partir del 1 de enero de este año, el salario mínimo promedio mensual de Nicaragua, ponderado por los montos correspondientes a cada una de las doce actividades económicas indicadas por el Ministerio del Trabajo (MITRAB), pasará de C$7,614.24 en este febrero a C$8,375.66 en el próximo marzo, lo que muestra un aumento  de 10% equivalente a C$761.42.

Se estima que 200,000 personas devengan el salario mínimo en el sector formal de la economía, pero en 2022, según el Instituto Nicaragüense de Información de Desarrollo (INIDE), el 39.3% de las personas ocupadas se encontraba subempleada y, por otro lado, se prevé que la mitad del número de subempleados devenga un salario inferior al salario mínimo, lo cual es ilegal, y la otra mitad trabaja menos de 8 horas diarias.

¿Cuál sería la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo en 2023? Conocido el ajuste nominal del 10% del salario mínimo y tomando en cuenta nuestro pronóstico de la tasa de inflación anual del ïndice de Precios al Consumidor General (IPCG) para 2023, que es del orden de 5.9%, el salario mínimo real o el salario mínimo sin inflación, tendería a mejorarse 3.9% en diciembre de 2023 con respecto a su nivel registrado en diciembre de 2022.

Por supuesto que el pronóstico de la inflación y su impacto en el poder de compra del salario mínimo depende de que las variantes del Covid-19 no distorsionen las cadenas de suministros internacionales de productos intermedios y finales y provoquen escasez y alzas de precios al productor y al consumidor, como se observó en 2020 y 2021. También depende de que se pueda resolver el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania observado en febrero de 2022, ya que más guerra significará más inflación de precios internacionales del petróleo y de los alimentos.

En el año de 2023, es bastante probable que la economía nicaragüense tienda a crecer a un ritmo menor que la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) potencial debido a los riesgos externos, por lo cual la política salarial debe ser prudente y cautelosa para evitar una espiral precio-salario-precio y una mayor aceleración de la presión inflacionaria subyacente, que en enero recién pasado mostró el nivel anualizado de 9.21% y en los últimos seis meses se ha posicionado en el rango de [9.21%, 9.99%].

Cabe señalar que la política salarial actual se fundamenta en los siguientes principios: en el sector público, los salarios se ajustan anualmente con una tasa de 5%; las empresas privadas ajustan los salarios en función de sus capacidades financieras, excepto para los trabajadores de más bajos salarios que devengan el salario mínimo cuya tasa de ajuste es la tasa de inflación observada en el año inmediato anterior.

Sin embargo, el manejo exclusivo de la política salarial no garantiza por sí sola un mejor nivel de vida de la población, sino que debe acompañarse de políticas públicas para promover la productividad laboral y el crecimiento económico, reducir la inequidad en la distribución del ingreso y facilitar la competitividad empresarial. Es notable el mejoramiento y la ampliación de la infraestructura económica con la ejecución de proyectos de inversión pública en la red vial, la generación de energía eléctrica con recursos renovables, agua potable, alcantarillados y servicios portuarios, así como la inversión privada en la actividad de telecomunicaciones.       

También cabe destacar que la política de estabilidad macroeconómica, más específicamente la estabilidad cambiaria, está asegurada por la política monetaria y la política fiscal, a pesar de que la presión inflacionaria no está impactada por una excesiva demanda interna sino por choques de inflación por el lado de la oferta de origen importado. La alta inflación de base amplia es un problema económico mundial.





SEMINARIO DE ACTUALIZACIÓN EMPRESARIAL El Impacto Inflacionario en Nicaragua: Causas, Consecuencias y Posibles Soluciones

22 02 2023

Estimado Señor Empresario,

Tenemos el agrado de invitarle a participar en el Seminario de Actualización Empresarial “El Impacto Inflacionario en Nicaragua: Causas, Consecuencias y Posibles Soluciones”.  En este año continuamos observando un componente importante de la inflación importada por el lado de la oferta, generado por dos eventos no económicos, como son la reapertura del mercado tras el control de la curva de contagio del Covid-19 en el segundo semestre de 2021 y el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania, en febrero de 2022.

Nicaragua no muestra choques inflacionarios por el lado de la demanda, es decir por excesos de demanda, debido a política macroeconómica contractiva observada en los últimos cuatro años. Sin embargo, es bastante probable que la presión inflacionaria existente en el país ya es de base amplia, con la posibilidad de que las expectativas inflacionarias de los agentes económicos se han desanclado.

Adjuntamos a este mensaje, la tarjeta de invitación que contiene la información relacionada con el Seminario de Actualización Empresarial.

Agradeciendo su atención, le saludamos afectuosamente,

Néstor Avendaño

Economista

Presidente de COPADES





La Ley de Okun en el caso de Nicaragua

18 02 2023

¿Qué es la Ley de Okun?

Es la relación entre el crecimiento real de la producción de bienes y servicios (PIB en precios constantes) y las variaciones de la tasa de desempleo, en honor a su descubridor Arthur Okun, miembro de la Brookings Institution y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos. Es una guía útil para la política económica, porque nos permite responder cuánto afectará la tasa de crecimiento económico a la tasa de desempleo a lo largo del tiempo.

Definición

La Ley de Okun, que debería denominarse “regularidad empírica” en vez de ley, es una regla práctica para traducir las tasas de crecimiento de la producción en reducciones de la tasa de desempleo. Es una forma razonable de traducir el crecimiento económico en desempleo, aunque esta regla es sólo aproximada y no funciona con mucha precisión de un año a otro.

La relación que muestra esta gráfica de puntos dispersos se resume en la Ley de Okun, que vincula la tasa de crecimiento del PIB Real con la variación de la tasa de desempleo abierto.

¿Qué indica la Ley de Okun en el caso de Nicaragua?

Es un instrumento útil para los responsables de la política económica, porque facilita combinar distintos escenarios de crecimiento económico y desempleo para la toma de las decisiones políticas.

Según la Ley de Okun, la tasa de desempleo disminuye cuando la tasa de crecimiento económico de Nicaragua es superior a la tasa tendencial de 3.15%.

El desempleo tiene dos grandes costos: la producción perdida, que es el mayor costo, y las consecuencias negativas para la distribución del ingreso.

Los costos de una recesión recaen desproporcionadamente en las personas que pierden el empleo.

Estimación de la Ley de Okun para Nicaragua 2006-2021

ΔUR = – α1 GAPPIB

donde,

Variable endógena

ΔUR: Variación de la tasa de desempleo abierto 

Variable exógena

GAPPIB: La brecha entre la tasa de crecimiento económico (o del PIB Real) y la tasa de crecimiento tendencial del PIB real (o del PIB Potencial).

Con datos anuales oficiales correspondientes al período 2006-2022, la ecuación estimada para el caso de Nicaragua fue la siguiente (el signo del coeficiente de GAPPIB es negativo debido a la relación inversa entre la tasa de crecimiento y la tasa de desempleo abierto, es decir, si la tasa de crecimiento aumenta, la tasa de desempleo disminuye, y viceversa.

El coeficiente de GAPPIB es significativo al nivel del 5%, puesto que su estadístico t en valor absoluto, 5.89408, es mayor que 2.110, que es el valor crítico del estadístico t con 16 grados de libertad. Como se esperaba, el coeficiente estimado es negativo.

El valor de R2 de 0.683803 nos permite concluir que la diferencia de las tasas de crecimiento del PIB Real y del PIB Potencia Real ayuda a explicar el 68.38% de la variación de la variable endógena, que es la variación porcentual de la tasa de desempleo, para la muestra de 17 observaciones.

Con la prueba del Multiplicador de Lagrange de correlación serial de Breusch-Godfrey, el producto del número de observaciones por R2, 0.093983, es menor que el valor crítico de χ2 con 2 grados de libertad, 5.99. Por lo tanto, se acepta la hipótesis nula de que no existe correlación serial en los residuos estimados (ρ= 0).

Análisis de la Ley de Okun para el caso de Nicaragua

La tasa de crecimiento del PIB Potencial en el período 2006-2022, o sea, la tasa de crecimiento promedio anual o geométrica del PIB real observado en ese período, o tasa tendencial, es igual a 3.15%.

De acuerdo con la Ley de Okun, la tasa de desempleo disminuye cuando la tasa de crecimiento económico es superior a la tasa tendencial de 3.15%.

Esta relación se formula en la ecuación estimada y mostrada en la página 2,

ΔUR = –0.26138(y – 3.15)

donde

ΔUR:  Variación de la tasa de desempleo abierto

y:       Tasa de crecimiento del PIB Real

3.15:   Tasa de crecimiento del PIB Potencial o tasa de crecimiento tendencial

1.       Para demostrar cómo se usa esta fórmula, pronosticamos que en 2023 la tasa de crecimiento del PIB Real será 3.0%, lo cual implicaría un aumento de 0.04 puntos porcentuales de la tasa de desempleo promedio anual de 3.53% registrada en 2022, es decir 3.53% + 0.04% = 3.57%.

ΔUR = -0.26138(3.0 – 3.15) = -0.26138(-0.15) = 0.039207

2.       Otro ejemplo del uso de la ecuación de la Ley de Okun. ¿Cuánto disminuye la tasa de desempleo abierto por cada punto porcentual del crecimiento del PIB Real por encima de la tasa de crecimiento tendencial que se mantiene durante un año?

ΔUR = -0.26138(4.15 – 3.15) = -0.26138(1) = -0.26138

La tasa de desempleo abierto disminuye 0.26% por cada punto porcentual de crecimiento del PIB Real por encima de la tasa de crecimiento del PIB Potencial.

3.       Otro ejemplo más. ¿Cuál es la tasa de crecimiento anual del PIB Real de Nicaragua para lograr que la tasa de desempleo disminuya 1 punto porcentual?

-1 = -0.26138(ΔPIB – 3.15) =

-1 / – 0.26138 = ΔPIB – 3.15 =

3.83 = ΔPIB – 3.15

ΔPIB = 3.83 + 3.15 = 6.98

Para que la tasa de desempleo abierto disminuya 1%, el PIB real anual debe lograr un crecimiento de 6.98%, lo cual deja a entrever la baja productividad de la economía nicaragüense.

4.       Otro ejemplo: ¿Cuánto cuesta 1 punto adicional de desempleo en porcentaje del PIB Real?

          1 = -0.26138(ΔPIB – 3.15) =        

          1 / – 0.26138 = ΔPIB – 3.15 =     

          3.83 = ΔPIB – 3.15

          ΔPIB = -3.83 + 3.15 = – 0.68       

La Ley de Okun establece que 1 punto adicional de desempleo cuesta un 0.68% de PIB

5.       Último ejemplo.

Supongamos que la economía se encuentra sumida en una profunda recesión,  con 6% de desempleo. ¿Cuántos años tardaríamos en volver a conseguir un 4% de desempleo?

Si el ritmo de crecimiento económico es del 4.15% anual, es decir, 1 punto porcentual por arriba del crecimiento del PIB Potencial, regresaríamos al 4% de desempleo en 7.65 años.

ΔUR = -0.26138(y – 3.15)

-2 = -0.26138(4.15 – 3.15)

-2 = -0.26138(1)

Por lo tanto, la disminución anual de desempleo es igual a 0.26138. La reducción del desempleo es de 2 puntos porcentuales, de 6% a 4%.

-2  / -0.26138 = 7.65 años

Así, se requerirán 7.65 años para retornar a una tasa de desempleo de 4%.

Anexo estadístico





La Curva de Phillips de Nicaragua en el Período Abril 2021 – Diciembre 2022

12 02 2023

¿Qué es la Curva de Phillips?

La Curva de Phillips describe la relación empírica entre la tasa de inflación de los salarios o de los precios al consumidor y el desempleo abierto. Su pendiente negativa muestra que cuando las tasas de desempleo son altas, las tasas de inflación son bajas, y viceversa.

Definición

La Curva de Phillips sugiere que existe una disyuntiva entre la tasa de inflación y la tasa de desempleo: reducir el desempleo es posible si se incurre en una inflación más alta; reducir la inflación también es posible si se incurre en los costos de un aumento del desempleo. Cuanto más baja es la tasa de desempleo, más alta es la tasa de inflación (de los salarios o del índice de precios al consumidor)

La Curva de Phillips no permanece estable en el corto plazo, por ejemplo, en un período de tres años, sino que se desplaza cuando las expectativas inflacionarias cambian, que en el caso de Nicaragua son adaptativas porque no se dispone de suficiente información económica. En el largo plazo, la tasa de desempleo es independiente de la tasa de inflación

Los gobiernos deben tener en cuenta las disyuntivas entre la inflación y el desempleo cuando formulan el aumento del crecimiento de la producción y del empleo o reducir la inflación y las opciones para alcanzarlo.

Los formuladores y los responsables de la política macroeconómica pueden elegir diferentes combinaciones de tasas de desempleo y tasas de inflación, pero a veces los datos no se ajustan a la sencilla Curva de Phillips.

Estimación de la Curva de Phillips de Nicaragua
Abril 2021 – Diciembre 2022

ln INF = β0 – β1 ln UR,
donde,

Variable endógena

ln INF: Logaritmo natural de la tasa de inflación.

Variable exógena

ln UR: Logaritmo natural de la tasa de desempleo abierto.

Con datos mensuales oficiales entre abril 2021 y diciembre 2022 (tamaño de la muestra, n =21) presentamos a continuación la estimación y el análisis de la Curva de Phillips de Nicaragua.

En la ecuación ln INF = 4.449738 – 1.792666 ln UF, tanto a la variable endógena, que es la tasa de inflación, como a la variable exógena, que es la tasa de desempleo abierto, se les aplicó el logaritmo natural con el propósito de linealizar la ecuación que corresponde a una función exponencial y poder obtener gráficamente una curva y no una línea recta en el plano cartesiano.

Se puede comprobar que el intercepto y la variable exógena son estadísticamente diferentes de cero (ver los estadísticos t de Student de los dos coeficientes estimados, que son mayores que su valor crítico, 2.073 con 19 grados de libertad, n-2). Como era de esperar, el coeficiente de UR tiene signo negativo. La tasa de desempleo explica el 68.8% de la variación de la tasa de inflación de los precios al consumidor (ver el valor de R2). También se puede comprobar que existe una relación lineal inversa entre las dos variables (ver el signo negativo del coeficiente de la tasa de desempleo y el estadístico F con 1 y 19 grados de libertad, que es mayor que su valor crítico, 4.38).

¿Qué indica la Curva de Phillips de Nicaragua
Abril 2021 – Diciembre 2022?

La gráfica de la Curva de Phillips de Nicaragua en el período abril 2021-diciembre 2022 muestra una pendiente negativa, lo que confirma que si las tasas de desempleo de Nicaragua son bajas, las tasas de inflación son altas y viceversa- Además, la Curva de Phillips sugiere que siempre es posible reducir la tasa de inflación si se incurre en el costo de aumentar la tasa de desempleo.

La Curva de Phillips es un instrumento clave del análisis de la política macroeconómica actual de Nicaragua, porque los formuladores de dicha política pueden elegir diferentes combinaciones de desempleo e inflación.

En el período abril-diciembre de 2022, los formuladores de la política macroeconómica han mantenido una alta inflación porque en los últimos nueve meses, mayo 2022 – enero 2023, el alza de los precios al consumidor ha sido de dos dígitos que se ubican en el rango de [10.37%, 12.16%], al tolerar una baja tasa de desempleo, la cual ha disminuido como porcentaje de la población económicamente activa (PEA), de 3.6% en abril 2021 a 2.6% en diciembre de 2022.

En otras palabras, la relación sencilla de la Curva de Phillips se ajusta a la economía de Nicaragua en el lapso de 21 meses correspondiente al período agosto 2021-diciembre 2022, o sea, desde el mes en que la inflación interanual comenzó a acelerarse hasta el mes en que continúa acelerando, de acuerdo con los datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE).

Sin embargo, pesaron bastante los shocks inflacionarios por el lado de la oferta, que fueron provocados por la reapertura de la economía una vez controlada la curva de contagio de la primera ronda mundial de Covid-19 a partir de agosto de 2021, y por el conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania desde marzo de 2022.

Esto se comprueba con la tasa de inflación subyacente interanual, que excluye los precios de los combustibles y de los alimentos, la cual se aceleró 4.93% en agosto de 2021 y ha desacelerado levemente desde noviembre de 2022 hasta enero de 2023 al reflejar el nivel de 9.21. El Banco Central de Nicaragua (BCN) comenzó a subir la tasa de referencia monetaria en abril de 2022 y la ha duplicado de 3.5% a 7.0% en el período en marzo-diciembre de 2022.

Los instrumentos de la política monetaria no pueden reducir la inflación importada; por esta razón, la tasa de inflación que vigila el BCN es la subyacente. Además, la fuerte presión inflacionaria interanual de Nicaragua no está siendo generada por un shock de inflación de demanda o un exceso de demanda en el mercado interno, porque la política monetaria y la política fiscal han sido contractivas y garantizan la estabilidad cambiaria, excepto en 2018 debido a la crisis política interna. Dos ejemplos de lo anterior, con datos del Ministerio del Trabajo (MITRAB) y del INIDE, son:

• Entre enero de 2018 y noviembre de 2022, la caída de 21.7% del poder adquisitivo del salario promedio mensual del empleo formal, y la reducción de la cobertura de dicho salario sobre el costo de la canasta de consumo básico de 79.8% a 59.3%.

• Entre 2017 y 2022, la relación del saldo de crédito del sistema financiero nacional destinado al sector privado del país con respecto al producto interno bruto (PIB) ha caído de 40.3% en 2017 a 27.3% en 2022.

Finalmente, el hecho de que la tasa de inflación interanual de dos dígitos, al haberse estacionado durante nueve meses consecutivos hasta enero de 2023, podría implicar, con una alta probabilidad, que hoy la inflación puede ser de “base amplia” al desanclarse las expectativas adaptativas de los agentes económicos, principalmente consumidores y productores, mientras que en el mercado laboral, según datos del INIDE, entre abril de 2021 y diciembre de 2022, se observan las disminuciones de la tasa de desempleo abierto de 5.8% a 2.6% y de la tasa de subempleo de 46.4% a 38.3%.

Por consiguiente,

Se está cumpliendo la relación empírica de la Curva de Phillips en el mercado local, es decir, existe una relación inversa entre la tasa de desempleo y de la tasa de inflación en la economía de Nicaragua: cuanto más alta es la tasa de inflación, más baja es la tasa de desempleo, y se mantiene la disyuntiva o el intercambio entre la inflación de los precios al consumidor y el desempleo. Lo que hace falta en la Curva de Phillips es el impacto de las expectativas sobre los precios, o sea, la inflación esperada o prevista. Pero no existe una disyuntiva permanente, porque en el largo plazo la curva de oferta agregada es vertical.

La curva de Phillips en el corto plazo es bastante plana. Si aplicamos la “econometría ocular” a la gráfica de la Curva de Phillips de Nicaragua en el período abril 2021-diciembre 2022 se ve que una reducción del desempleo abierto de 1 punto porcentual eleva la tasa de inflación de los precios al consumidor a corto plazo en 0.534 puntos porcentuales.

Si las tasas de desempleo fuesen muy bajas, la disyuntiva entre la inflación y el desempleo, o la Curva de Phillips, se vuelve muy inclinada. El desempleo no depende del nivel de inflación sino del exceso de inflación sobre la esperada y no interesan las alzas salariales que son superiores a la inflación esperada. Las empresas y los trabajadores ajustan sus expectativas inflacionarias a la luz de su historia reciente.





Seminario de Actualización Empresarial «El Ranking de la Banca Comercial de Nicaragua a Diciembre de 2022»

10 02 2023

Estimados Señores (as) Empresarios (as)…

Tenemos el agrado de invitarles al Seminario de Actualización Empresarial “Ranking de la Banca Comercial de Nicaragua a Diciembre de 2022”, que será impartido por Consultores Para el Desarrollo Empresarial (COPADES) en línea con la plataforma Zoom el 16 de febrero de 2023 de 8:30 a.m. a 12:00 m.

Tres temas económicos-financieros serán abordados en este Seminario: (i) la situación de cada banco comercial radicado en Nicaragua, acorde con razones financieras utilizadas para clasificar a las entidades bancarias; (ii) un perfil de la política monetaria y financiera del país en 2023, en función de la estrategia económica gubernamental observada en los últimos años y (iii) el entorno macroeconómico y de la banca comercial en 2023.

Esperando contar con su presencia, nos es grato reiterarles nuestras distinguidas muestras de consideración y aprecio.

Néstor Avendaño Castellón

Economista

Presidente de COPADES  





¿Hacia un sistema de bandas cambiarias?

5 02 2023

El sistema cambiario existente en Nicaragua desde el 10 de enero de 1993 es el reptante o deslizante, con una tasa de devaluación anual prefijada. Este tipo de cambio prácticamente es fijo con un deslizamiento preanunciado.

Después de tener un sistema de tipo de cambio fijo por 62 años consecutivos, el 10 de enero de 1993 se estableció en Nicaragua un sistema de tipo de cambio que se deslizaba 5% anual, y se elevó a 12% anual el 10 de noviembre de ese mismo año, un máximo que duró casi seis años. A partir del 1 de febrero de 2023, la tasa de deslizamiento anual del tipo de cambio oficial es 1%. ¿Qué seguirá a continuación? ¿Un nuevo sistema cambiario? Es bastante probable.

No suponga, mucho menos crea, que la tasa de deslizamiento del tipo de cambio oficial de 1% anual se reducirá a 0% en el futuro, porque equivaldría al restablecimiento del tipo de cambio nominal fijo, como el que existió en el país a lo largo de 62 años consecutivos. El costo de mantener un tipo de cambio fijo sin deslizamiento sería la pérdida de reservas internacionales en poder del Banco Central de Nicaragua (BCN), que hoy garantizan la estabilidad macroeconómica, porque la autoridad monetaria tendría que vender a los bancos comerciales y al Sector Público No Financiero cualquier cantidad de divisas a un precio fijo del dólar. La política de tipo de cambio fijo fue desmantelada hace 41 años con el fin del acuerdo de Bretton Woods decretado por el entonces presidente de Estados Unidos Richard Nixon el 15 de agosto de 1971, pero se resiste a desaparecer.

Seis años y siete meses después de que se estableciera un tipo de cambio deslizante en Nicaragua, el 19 de agosto de 1999, en un memorando de políticas financieras y económicas enviado por el Gobierno de Nicaragua al directorio del FMI se leía que “…. el gobierno ha decidido reducir la tasa de deslizamiento cambiario con respecto al dólar e introducir una banda cambiaria. Esto ayudará a mantener la reducción de la inflación y facilitará el primer paso hacia un sistema más flexible de determinación de mercado del tipo de cambio”. El nuevo sistema cambiario se establecería el 1 de enero de 2000.

Sin embargo, no se pudo introducir el tipo de cambio oficial dentro de una banda, porque el déficit fiscal o del Gobierno Central era bastante alto, 8.4% del PIB en 2000 y 9.8% del PIB en 2001; las pérdidas del BCN eran muy cuantiosas, 1.0% el PIB en 2001 y 1.5% del PIB en 2002, debido a la diversidad de títulos valores denominados Certificados Negociables de Inversión (CENIs) emitidos por la autoridad monetaria; y las reservas internacionales en el BCN eran muy escasas, US$319 millones en 2000 y US$211 millones en 2001.

El objetivo de la política cambiaria reptante o deslizante es “congelar” el tipo de cambio real multilateral correspondiente a una cesta de monedas de los principales socios comerciales de Nicaragua, valorado en córdobas de 2006 por un dólar de 2006 al tomar en cuenta el año base actual de las Cuentas Nacionales del país.

Al congelarse el tipo de cambio real se minimiza la brecha entre la tasa de inflación local y la tasa de inflación internacional, pero no se promueve el esfuerzo exportador del país. La actividad importadora es más rentable que la actividad exportadora y el déficit comercial de la balanza de pagos de Nicaragua muestra una moda “normal” muy cercana al 20% del Producto Interno Bruto (PIB). Por estas razones, la política de tipo de cambio deslizante es de corto plazo, pero en Nicaragua persiste desde hace treinta años.

El problema del déficit comercial de Nicaragua con el resto del mundo es un problema del tipo de cambio real. Dicho sea de paso, el tipo de cambio diario que publica el BCN en todos los meses es un tipo de cambio nominal o en precios corrientes, que sólo sirve para pagar deudas externas, y en una economía muy dolarizada extraoficialmente, como la de Nicaragua, también sirve para pagar deudas internas.

Por consiguiente, la reducción de la tasa de deslizamiento del tipo de cambio reptante ha facilitado el primer paso hacia un sistema más flexible de determinación de mercado del tipo de cambio.

Cabe también señalar que los factores de expansión monetaria ya están controlados por las autoridades gubernamentales de Nicaragua. Por el lado de la política fiscal, el gasto público se ha “congelado”, el déficit fiscal es muy cercano al 1% del PIB y la mejor disciplina fiscal actual contribuye al realineamiento del tipo de cambio real de corto plazo y se reduce el desajuste con respecto al tipo de cambio real de equilibrio.

Por el lado de la política monetaria, el BCN es el prestamista de última instancia del sistema financiero nacional y el control de la base monetaria -compuesta principalmente por el saldo de la emisión de dinero-, con su carácter contractivo reduce la sobrevaluación del córdoba y protege la posición de las reservas internacionales netas administradas por la autoridad monetaria.

Por el lado de la política cambiaria, la brecha entre el tipo de cambio para la venta de la divisa en el mercado financiero y el tipo de cambio oficial, muy cercana a 1.15%, refleja la baja variación de los costos de intermediación en los mercados cambiarios, los menores desequilibrios existentes entre la oferta y la demanda de divisas en el mercado financiero, y la imposibilidad de que exista cualquier control de cambios y cualquier expectativa de devaluación que tengan los agentes económicos.

Las condiciones macroeconómicas para el cambio del sistema cambiario están dadas y la estrategia de la política macroeconómica de Nicaragua tiende a fortalecerse. Todo parece indicar que la política cambiaria adoptará al sistema de bandas cambiarias, pero hay que tener en cuenta que no existe un sistema cambiario perfecto ni el sistema cambiario óptimo es el mismo para todos los países, porque la elección de la política cambiaria depende de las características económicas de cada país.