La pobreza de los nicaragüenses en 2009

2 06 2011

En 2009, el 42.5% de la población total del país era pobre. En otras palabras, 2 millones 440 mil personas tenían un nivel de ingreso per cápita anual de 468 dólares. Sin embargo, en ese universo la pobreza extrema o miseria afectaba a 838 mil 376 nicaragüenses, o sea el 14.6% del total de la población del país.

 

La pobreza es un problema eminentemente rural: el 63.3% de la población rural es pobre y el 26.8% de la población urbana. Las personas que viven en zonas rurales son casi cinco veces más pobres extremas y casi dos veces más pobres que las personas que viven en zonas urbanas. Por otro lado, la pobreza no tiene género, porque el 41.9% de las mujeres y el 43.2% de los hombres son pobres.

 

La metodología del Banco Mundial (BM) mide la pobreza con base en los niveles de consumo per cápita mensual, algo cuestionable técnicamente porque la pobreza se analiza con los niveles de ingreso disponible de las unidades familiares. Un nicaragüense que tuvo un gasto de consumo de alimentos de  575 córdobas con 26 centavos, equivalentes a  US$27.90 mensual, era un pobre extremo al garantizar con ese gasto la ingesta de 2 mil 268 kilocalorías diarias. Pero un pobre, que no está en extrema pobreza, según la metodología del BM, tuvo un gasto de consumo per cápita mensual de 977 córdobas con 9 centavos ó 47 dólares con 39 centavos en 2009, mientras que una persona no pobre se clasificaba con un monto superior al anteriormente mencionado.

 

El gasto de consumo per cápita promedio anual fue de US$820, pero persiste una alta desigualdad en la distribución del consumo entre los nicaragüense: mientras el 20% de la familias más pobres participaban con el 6.8% en el gasto total de consumo, el 20% de las familias con más altos ingresos participaban con el 44.5%. El Índice de Gini de la distribución del consumo es 0.37.

 

Por otro lado, en 2009 el ingreso per cápita promedio anual fue de US$993, los no pobres percibieron un ingreso promedio anual de 1 mil 381 dólares mientras que los pobres generales, que incluyen a los pobres y los pobres extremos, tuvieron un ingreso promedio anual de 468 dólares y, entre estos últimos, los pobres extremos recibieron un ingreso promedio anual de 334 dólares. La desigualdad de la distribución del ingreso (el Índice de Gini de la distribución del ingreso es 0.46)  es mayor que la del consumo, porque el 20% de las familias de más altos ingresos se apodera del 44.5% del ingreso total, mientras que el 20% de las familias más pobres sólo capta el 6.8% del ingreso total.

 

Las zonas urbanas del país muestran los mayores ingresos por habitante promedio anual: en Managua, US$1,343; en la región del Pacífico urbano, US$1,202; en la Región Central urbana, US$1,175; y en el Atlántico urbano, US$1,175, igual que en la región Central urbana.

 

Mientras menores son los ingresos familiares, más grande es el tamaño de la familia. El número promedio de personas de una familia nicaragüense en 2009 era de 5.9; sin embargo, el tamaño  promedio de una familia pobre era de 7.3 personas y el de una familia no pobre, 5.0 personas. Además, 8.3 personas promedio nacional componían una familia pobre extrema. Por zonas urbanas y rurales, los tamaños de las familias eran de 5.5 y 6.5 personas respectivamente.

 

El 26.7% de los hogares del país están hacinados, al estar 4 o más personas en una habitación de una vivienda urbana y 5 o más personas en una habitación de una vivienda rural, y este problema se maximiza en la región del Pacífico urbano, la región Central rural y la región del Atlántico rural.

 

El 24.6% de los hogares tienen servicios insuficientes de agua potable y no poseen inodoros y letrinas y la gravedad de este problema se ubica en las zonas rurales de las regiones Central y del Atlántico.

 

El 10.8% de los hogares radica en viviendas inadecuadas, por tener materiales inaceptables en su construcción. Sólo la región del Atlántico urbano refleja la mayor gravedad de este problema.

 

El 17.4% de los hogares tiene una baja educación, o sea que al menos un niño entre 7 y 14 años de edad no asiste a la escuela en ese hogar. Las regiones que muestran la mayor intensidad de este problema se presentan en la Central rural y el Atlántico Rural.

 

Finalmente, el 34% de los hogares tiene el problema de la dependencia económica, con más de dos personas por cada ocupado en zonas urbanas y con más de tres personas por cada ocupado en zonas rurales, y en ambos tipos de hogares el jefe del hogar tiene una educación primaria incompleta. Este problema es de corte nacional, o sea común para todas las regiones y zonas del país.

 

Sugiero a las autoridades gubernamentales que publiquen los resultados de la V Encuesta de Medición de Nivel de Vida 2009 y hagan disponible la base de datos de dicha encuesta para la academia y los investigadores sociales, con el propósito de analizar a fondo este problema y recomendar políticas públicas que reduzcan la pobreza y la inequidad entre los nicaragüenses.

 


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