La desaceleración del flujo de remesas a Nicaragua: ¿tendencia de reducción o normalización de su crecimiento?

25 05 2024

En esta ocasión, el artículo económico semanal publicado en mi blog de economista fue elaborado por el economista junior de COPADES Hendricks Balladares, quien presenta sus observaciones sobre el comportamiento de los flujos de remesas registrados en Nicaragua desde enero de 2022.

Según datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN), el flujo de remesas a Nicaragua muestra una fuerte desaceleración al incrementarse 7.2% interanual en marzo de 2024, después de haber presentado una variación interanual de 58.1% en marzo 2023, alcanzando el nivel de 399.6 millones de dólares (372.7 millones de dólares en 2023).

Sin embargo, es importante interpretar adecuadamente los datos. Los flujos de remesas no están disminuyendo, están desacelerando, es decir se ha ralentizado su ritmo de crecimiento como parte de un proceso de normalización después de haber crecido aceleradamente entre enero y agosto.

La causa de la desaceleración del flujo de remesas se encuentra principalmente en el llamado “efecto base”, en este caso “alto”. Como resultado de la primera ola de migración masiva que inició en 2021 y alcanzó sus niveles más altos a finales de 2022, el fujo de remesas comenzó a acelerar fuertemente, alcanzando una variación interanual de 71.5% en agosto de 2022.

Sin embargo, era lógico esperar que el flujo de remesas no podría crecer aceleradamente de forma ilimitada, y que al llegar a cierto punto, su crecimiento se normalizaría, salvo que el movimiento migratorio también creciera acelerada y en forma sostenida, y que el mercado laboral y la política migratoria de Estados Unidos tampoco conocieran límites.

Por lo tanto, no estamos en presencia de una disminución en el flujo de remesas, sino en un proceso de normalización. Los migrantes nicaragüenses en Estados Unidos no han dejado de enviar remesas, ni las perspectivas globales de desaceleración en el crecimiento económico explican la desaceleración del flujo de remesas.

Ahora bien, ¿Puede este proceso de normalización provocar una disminución en el consumo de los hogares?

Descarto una caída del consumo privado y del crecimiento económico por las siguientes razones. Primero, incluso en el período de vigoroso crecimiento de las remesas, el consumo privado no incrementó con la misma fuerza. Por ejemplo, en el saldo acumulado del año 2023 las remesas incrementaron 44.5% con respecto a 2022, mientras que el consumo privado real incrementó 6.3% en el mismo periodo.

Por otra parte, tendría que presentarse una caída drástica de las remesas para realmente impactar significativamente el consumo de los hogares, lo cual según datos oficiales no va a ocurrir. Y más importante aún, el desempeño del consumo de los hogares no descansa en su totalidad sobre las remesas, porque no todos los hogares son receptores de estos recursos (las remesas son equivalentes a un tercio del consumo privado), por lo cual hay otros factores que determinan el consumo y el crecimiento económico, entre ellos la relativa fortaleza del mercado laboral al permanecer la tasa de desempleo abierto por debajo de su nivel de pleno empleo.

Sin embargo, es importante señalar que actualmente algunas variables económicas relevantes para la estabilidad macroeconómica del país descansan en gran medida sobre las remesas. El superávit en cuenta corriente de la balanza de pagos, el tipo de cambio y las reservas internacionales son ejemplos de ello.

Por lo tanto, esto sí representa un riesgo que los hacedores de política macroeconómica deben tomar en cuenta porque el crecimiento vigoroso de las remesas parece haber finalizado, y no podemos descartar que riesgos externos puedan impactar los flujos de remesas. Pero, aun bajo el hecho de un “efecto base alto” que implica una posterior desaceleración y normalización de la tasa de crecimiento de las remesas, si éstas siguen garantizando un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos, persistirá una  sobreoferta de dólares y con ello la estabilidad macroeconómica estará garantizada.

A modo de resumen:

  • Los flujos de remesas no están disminuyendo, están desacelerando como parte de un proceso de normalización de su crecimiento.
  • La desaceleración del flujo de remesas no representa una amenaza que provoque la caída del consumo de los hogares, ni la disrupción de la estabilidad macroeconómica.
  • Sin embargo, la teoría nos enseña que como parte del manejo responsable de la macroeconomía los formuladores de política económica deben evitar que la estabilidad del tipo de cambio y de una baja presión inflacionaria recaiga en gran medida sobre una sola variable.
  • Por lo tanto, es deseable que dicha estabilidad descanse sobre otros pilares cuyo desempeño dependa en gran parte de las políticas económicas de Nicaragua.

Acciones

Information

Deja un comentario