Oferta y demanda de bienes y servicios de la economía de Nicaragua en 2022 Por Néstor Avendaño, economista y presidente de COPADES

2 04 2023

La economía de Nicaragua en 2022 se mantuvo resistente frente a los efectos esperados de la duplicación de la tasa de referencia monetaria del Banco Central de Nicaragua (BCN), al no poder alcanzar los objetivos macroeconómicos de:

  • reducir la fuerte y persistente presión inflacionaria que se ha acelerado hasta dos dígitos porcentuales durante diez meses continuos desde mayo de 2022 hasta febrero de 2023, espoleada por los precios internacionales de las materias primas o inflación “importada” que ya se incrustó en las estructuras de costos de producción de las actividades económicas y, muy probablemente, desancló las expectativas adaptables de los agentes económicos;
  • aumentar la tasa de desempleo abierto, la cual, por el contrario disminuyó en un punto porcentual a pesar de una posible disminución del tamaño de la población económicamente activa provocada por la emigración; y
  • continuar la desaceleración de la tasa de crecimiento económico en 2022, que ya se había desacelerado por el “efecto base” alto de 2021, año de la recuperación de la recesión económica provocada por Covid-19 en el III y IV Trimestres de 2020, año de la pandemia.

Con base en la información trimestral de la Producción y del Gasto recientemente publicadas por el BCN, el Producto Interno Bruto (PIB) Real creció 3.8% en 2022, seis décimas porcentuales por encima de la tasa de crecimiento del PIB Potencial del país.

En orden de importancia, las actividades económicas que tuvieron mayores tasas de crecimiento en su producción fueron Comercio, hoteles y restaurantes, con 10.0%; Transporte y comunicaciones, con 8.4%; e Industrias manufactureras, con 5.1%. Por su parte, la única actividad económica que reflejó una severa caída de su producción fue la Construcción, con 12.2%.

El tamaño de la economía nicaragüense en 2022, por el lado del PIB Nominal valorado en dólares estadounidenses, es de US$15,671.6 millones y, tomando en cuenta una población de 6.6 millones de habitantes, el PIB per cápita promedio anual es igual a US$2,360.00.

En cuanto a la Cuenta del Gasto o de la Demanda Global, en 2022 la economía de Nicaragua estuvo impulsada, primero, por las Exportaciones, cuyo volumen aumentó 8.6%, destacándose los valores de las exportaciones FOB de Oro, US$927 millones, Café, USS$714 millones y Carne de ganado vacuno, US$680 millones, gracias también al aumento de los precios internacionales de las materias primas. Cabe  agregar que el quantum de las exportaciones netas del quantum de importaciones disminuyó 3.4%.

La segunda variable que impulsó la tasa de crecimiento del PIB Real fue el Consumo de los hogares, cuyo volumen se incrementó 5.9% gracias al notable aumento de 50.2% del flujo de remesas que ascendió a US$3,224.9 millones.

Sobre el supuesto de que el monto total de las remesas financia el gasto de consumo de los hogares, el ingreso de las remesas habría garantizado casi el 25% de ese gasto de las familias en 2022. También cabe mencionar que, con base en datos elaborados por el Ministerio del Trabajo (MITRAB) y el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (INIDE), se ha observado un continuo deterioro interanual del poder adquisitivo del salario promedio mensual del sector formal de la economía, el cual, acumulado desde junio de 2018 hasta diciembre de 2022 es del orden de 21.8%, y que también se manifiesta con la reducción de la cobertura de dicho salario sobre el costo de la canasta de consumo básico de 81.0% a 59.2% en el mismo período antes mencionado.

Por otro lado, con una política fiscal contractiva desde 2019, el gasto real de consumo gubernamental cayó 6.0% en un esfuerzo por controlar la inflación y ceder un mayor espacio fiscal a la inversión pública, que es generadora de puestos de trabajo y de ingresos, pero se desplomó 13.0%.

Por su parte, el volumen de la inversión fija del sector privado, es decir, los gastos de construcción y adquisición de maquinaria y equipo, creció 2.8%, afectada por:

  • los riesgos de una probable recesión económica en los países de economía avanzada mundial, que tratan de aplacar las elevadas tasas de inflación con las alzas de las tasas de interés interbancarias,
  • la prolongación del conflicto geopolítico-militar entre Rusia y Ucrania, que provoca más inflación por la escasez de alimentos,
  • el anuncio y la aplicación de nuevas sanciones internacionales contra Nicaragua, que reducen el crecimiento económico y aumentan la pobreza; y
  • la incertidumbre provocada por el riesgo político del país, que ahuyenta la inversión privada.  

El problema macroeconómico de 2022, que se está extendiendo en este año y afecta también a la oferta y la demanda de bienes y servicios, es la persistente tasa de inflación general que se ha estacionado entre 10% y 12%, mientras que la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los combustibles y de los alimentos, también se ha estacionado en el rango de 9% a 10% desde hace siete meses, entre agosto de 2022 y febrero de 2023. La aceleración de la dos tasas de inflación sugiere que el aumento de los precios al consumidor será difícil de frenar.

Finalmente, en los últimos cinco años no se registra ningún exceso de la demanda interna (DI, consumo e inversión) del sector privado sobre la producción de bienes y servicios (PIB), lo que ayuda a demostrar que no se observa una gran cantidad de córdobas persiguiendo una esca oferta de productos. La demanda interna real del sector privado representa el 92.9% del PIB real.

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