El ruido político no alteró el orden macroeconómico

13 08 2016

Presentación1

Se cerró el telón macroeconómico de julio de este año sin mostrar ribetes desestabilizadores de la economía del país, pero persisten señales de desasosiego entre los empresarios que ven la caída del nivel de sus ventas de bienes y servicios en los últimos tres meses.

No existen señales que inviten al Fondo Monetario Internacional (FMI) a declarar que Nicaragua  practica tipos de cambio múltiples, o que la tasa de inflación se ha acelerado en el mercado local, o que se observa una fuga de depósitos en el sistema financiero nacional, o que está en riesgo la estabilización macroeconómica del país. Veamos los porqués con base en datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN).

  • Con el deslizamiento mensual permanente del tipo de cambio oficial de 0.41% desde enero de 2004, en julio de 2016 la brecha entre el precio oficial de la divisa estadounidense y el tipo de cambio de venta del dólar en el mercado financiero es 0.92%, muy cercana a la registrada en julio de 2015 que fue igual a 0.93%.
  • La tasa de inflación de precios al consumidor nacional acumulada entre diciembre de 2015 y julio de 2016 es 2.4%, 1 punto porcentual por arriba a la acumulada entre diciembre de 2014 y julio 2015.
  • La tasa de inflación interanual, es decir, de julio de 2015 a julio de 2016, que es de vital interés para los empresarios, es 4.1%, 1 punto porcentual mayor que la registrada en julio de 2015 y menor que la tasa de devaluación interanual de 5%.
  • El costo de la canasta de 53 productos de consumo básico ha subido 4.3% en este año y 4.5% interanual en julio al reflejar el valor de C$12,892.52.
  • Los depósitos en moneda extranjera del público no bancario en el sistema financiero nacional aumentaron en julio US$43 millones hasta US$7,333 millones, por lo cual no se observa una fuga de éstos, que dicho sea de paso han aumentado US$192 millones en los primeros siete meses del año.
  • Las reservas internacionales brutas en el Banco Central de Nicaragua, que sumaron US$2,460.2 millones al 31 de julio de este año, representaron 2.7 veces la base monetaria y 5 meses de importaciones de bienes CIF, que superan los mínimos establecidos para garantizar la condicionalidad de estabilización macroeconómica iguales a 2.5 veces la base monetaria y a 4 meses de importaciones de bienes CIF.

Por lo que deberían preocuparse los empresarios es la excesiva contracción monetaria que ha realizado el BCN, que condujo a una fuerte desaceleración del crecimiento del medio circulante en mayo recién pasado, al registrarse en ese mes una variación interanual de apenas 2.3% del saldo de dinero circulante, cuando esa variación ha sido muy cercana al 20% mensual en términos promedio el año pasado.

Esa decisión de la autoridad monetaria del país, que fue tomada desde abril de este año, provocó una contracción en la venta de bienes y servicios y agudizó la incertidumbre empresarial motivada por el ruido político que se escucha desde junio con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia relacionada con el litigio entre las cuatro facciones del Partido Liberal Independiente (PLI), y con el aumento de sus decibeles en julio con la destitución de los diputados de la Bancada Alianza del Partido Liberal Independiente (BAPLI) que desconocieron al nuevo representante legal del PLI, el Dr. Pedro Reyes Vallejos. Este ruido se amplificó con la quejas en el exterior de los diputados destituidos, porque a lo interno del país han pasado prácticamente desapercibidos. Las calles están tranquilas.

Por lo tanto, ese ruido político no ha afectado al escenario macroeconómico del país, ni lo afectará en el corto plazo; tampoco ha puesto en riesgo la libre convertibilidad del córdoba ni influenció a las alzas al tipo de cambio financiero y al tipo de cambio negro.

Por lo tanto, la contracción de las ventas de bienes y servicios no es un resultado de ese ruido político, sino por la escasez de córdobas dirigida por el BCN, que dejó a entrever su creciente preocupación para proteger las reservas internacionales. Esa contracción del volumen de ventas de bienes de consumo final está trastocando las decisiones de producción y de mantenimiento de inventarios en el corto plazo, y si continúa manteniéndose en los próximos meses podría causar una desaceleración del crecimiento económico del país. Consultores Para el Desarrollo Empresarial (COPADES) revisó su meta de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) Real para 2016 y la mantiene en el nivel de 5.2%.

Con el propósito de fortalecer la certidumbre entre los agentes económicos y la normalización de las decisiones empresariales, el presidente del BCN, Ovidio Reyes, tendría que calibrar en mejor forma el endeudamiento público interno con las colocaciones de Letras Estandarizadas subastadas y de Títulos Especiales de Inversión conocidos como depósitos a plazos del gobierno en el BCN, que han sacado de circulación C$2,184.4 millones en enero-julio del año en curso.

En conclusión, la drástica desaceleración interanual del monto de dinero que circula en el mercado local ha sido más impactante que el ruido político antes mencionado. La preocupación empresarial se explica más con razones económicas que con razones políticas.


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