Los 6 males de la economía de Nicaragua

2 07 2014

Cinco males económicos fueron identificados recientemente por Ángel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): la baja productividad, “bestia negra”, como dijo Gurría, que lastra el crecimiento del continente —en 20 años sólo registró un aumento del 1.6% frente al 3% de países como Corea del Sur, Turquía o Polonia—; la desigualdad, que hace de América Latina la región más injusta del mundo —el 20% más rico capta en promedio el 47% del ingreso total—; la informalidad en el empleo, que afecta al 55% de sus trabajadores —unos 130 millones de personas—; la escasa capacidad de recaudación fiscal —del 13.6% del Producto Interno Bruto (PIB) en 1990 ha pasado al 20.7% ahora, muy lejos aún del 34.1% de media en los países de la OCDE— y la falta de inversiones en infraestructuras —una media de 2,5 puntos del PIB frente al 6 de los países asiáticos—, lo que dispara los costes de exportación en comparación con sus rivales comerciales.

Viendo a la economía de Nicaragua, se agregaría un mal más, en total seis, que son los siguientes.

  1. La baja productividad, o sea, el PIB Real por persona ocupada, incluyendo a los subempleados, en 2013 fue igual a 4,891 córdobas de 2006 e inferior en 19% a la registrada en 1994, lo cual se explica con la escasa escolaridad promedio nacional –el nicaragüense aprueba sólo la educación primaria- y la escasa transferencia de tecnología a la microempresa y la pequeña empresa.
  1. El grave déficit comercial externo, que igualó el 20.7% del PIB en 2013, causado principalmente por el índice de sobrevaluación del córdoba del orden de 20.9% de ese mismo año. En otras palabras, es más rentable importar que exportar porque el córdoba valió 20.9% más de lo que debería valer en 2013.
  1. La desigualdad en la distribución del ingreso, porque en 2009 el 20% de la población con más altos ingresos se apoderó del 51.4% del ingreso nacional, mientras que el 20% de la población de más bajos ingresos apenas captó el 4.8% del ingreso nacional.
  1. La informalidad del mercado laboral se refleja con el hecho que en el tercer trimestre de 2013 el 79.4% del total de trabajadores ocupados, incluyendo a los subempleados, laboran en empresas que no tienen registros contables. Además, el 48.3% del total de ocupados está subempleado, o sea, no trabajan las 8 horas diarias o devengan un salario menor que el salario mínimo legal.
  1. La evasión en el pago de impuestos, que a groso modo se estima en un monto equivalente al 6% del PIB, es decir, un monto equivalente a 675 millones de dólares. Los impuestos recaudados por el gobierno central en 2013 equivalen a 14.7% del PIB.
  1. La poca inversión en infraestructura económica, que se explica con la grave desproporción del gasto de inversión pública igual a 4.7% del PIB y a 22% del gasto total presupuestario, que es financiada con recursos de la cooperación internacional.

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Un comentario

2 07 2014
Rolando E. Arriola

Dr. Avendaño, esas son las consecuencias de la apatía de los ciudadanos de no participar en política. A eso debemos sumarle la pésima calidad de la educación y por último la falta de justicia que ha sido politizada a tal punto que las leyes laborales les valen un comino haciendo con ellas lo que mejor les antoje, Si no tenemos una infraestructura excelente ¿Cómo vamos a salir adelante este país? Démosle gracias a los miles de nicas que con sus remesas agiliza esta precaria economía de hacienda que tenemos.

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